Esta pequeña localidad ubicada en las montañas del Rif occidental podría confundirse con un pintoresco pueblo andaluz por el color blanco y azul de sus casas que ha inspirado a Matisse o Delacroix entre otros. Su fundación se debe en gran parte a los musulmanes y judíos expulsados de España que aportan su identidad y tradiciones.
Essaouira alberga muchos lugares de interés aunque ninguno como su medina. Esta medina Está rodeada por murallas del siglo XVII donde sobresalen las puertas Bab Sebaa Y Bab Marrakech y contiene un abigarrado conjunto arquitectónico de casas blancas y azules de la cuya relevancia ha sido declarada por la Unesco como conjunto patrimonio de la humanidad.
La esencia y tradición de esta Kasbah ha sido preservada por la muralla que la rodea. Su tipismo radica en sus estrechas callejuelas de casas pintadas en color blanco y azul. En ella hallaréis los jardines andalusíes la mezquita más antigua de Rabat; Jemaa al Atiq. Se accede a través de la monumental puerta Bab Oudaia.
La más hermosa de todas las madrasas (escuelas de religión coránica) en Fez se organiza en torno a un patio con fuente y en ella resalta su sala de oración profusamente ornamentada en madera de cedro y cuyas paredes están decoradas con estuco. Su nombre proviene del barrio donde se ubica. Su distribución se realiza alrededor de un patio con fuente.
Credo por el artista francés Jacques Majorelle es una sutil muestra de jardín botánico con especies foráneas y exóticas como actus, yucas, nenúfares, nymphéas, jazmines, buganvillas que se estructura alrededor de un lago central y atesora pérgolas, chorros de agua, estanques creando un universo único de vegetación y arquitectura marroquí.
La ciudad se incorporó al imperio romano y de esa época son sus monumentos más importantes. En el siglo VIII Adrís I lo convirtió en el epicentro del islam en el área. Quedo desierta tras el terremoto de Lisboa del siglo XVIII. La población ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad. Destacan la vía principal Decumanus Máximus, la basílica y sus famosos mosaicos.
La más majestuosa mezquita en Marruecos se alza sobre el mar en la ciudad de Casablanca. En esta mezquita todo resulta monumental desde su tamaño (su minarete está a 172metros de altura) a la decoración y ornamentación con 8 candelabros de Murano de 6 metros de diámetro, 10 de altura y 1.200 kilos o 53.000 m² de madera tallada.